Discurso de apoyo a la 7ª Marcha Lésbica Feminista de México 2019 por Mtra. Wendy Briceño Zuloaga. Entrega de demandas por parte del COMAL, Convocantes y Asistentes, a la Presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, 64 Legislatura. 16 de marzo de 2019, 6pm. Mitin final en el Monumento a la Revolución, Ciudad de México.
¡Muy buenas tardes a todas, en ésta, la emblemática 7ª Marcha Lésbica de la Ciudad de México! ¡Es un honor para mí estar con todas ustedes!
Las abrazo y felicito por este monumental esfuerzo que ya se ha realizado en 7 ocasiones, no sin dificultades y lo sabemos, porque hemos acompañado muchas veces a la marcha, desde su primera celebración. Y quiero invocar a ese espíritu de lucha y de dignidad.
Recordar a las compañeras que se han ido, escuchar a Norma Andrade, también a las que nos han arrebatado y han desaparecido en todo México. Por ellas y por todas, por el dolor y la rabia, ¡por justicia! no debemos cejar en los esfuerzos contra esta violencia estructural que atraviesa todos los ámbitos.
Luchemos juntas contra el odio, la corrupción, la segregación y la discriminación, todas esas formas y prácticas que nos afectan y nos lastiman y nos niegan derechos siempre, doble o triplemente a las mujeres, más aún a las mujeres lesbianas; pero cambiemos estas formas de fondo y encontremos los puntos de conexión con otros sectores de lucha.
Hoy nos toca y lo digo desde mi propia posición de responsabilidad: una representación amplia de la diversidad de mujeres que somos; un compromiso arduo para atender una agenda de trabajo que es urgente y que pasa por la seguridad y garantía de nuestra propia vida, de vivirla libre de violencias; por nuestro acceso al trabajo, a la justicia, a la salud, por el ejercicio pleno de derechos y por no tener miedo nunca más a la visibilidad.
Aspiramos a ese México, trabajamos por ese México.
Somos la mayor representación insurrecta, esa, que le dijo al patriarcado que la mayor rebeldía es el amor entre nosotras, que no éramos enemigas, sino que construimos desde el amor y la sororidad. Tampoco musas, ni seres etéreos al servicio del placer masculino por designio: Somos las revolucionarias de la historia del mundo, desde el feminismo, desde nuestras ancestras, desde la reivindicación de la propia identidad y del ejercicio de la libertad y la elección en nuestra propia vida.
Quiero agradecer y reconocer a todas las organizaciones, por permitirme tomar la palabra hoy, desde un eje fundamental en este momento: desde mi representación como diputada federal. Lo que me da una doble responsabilidad y compromiso.
Sé que el pliego petitorio es vasto y debe abordarse en conjunto con distintos actores y actoras políticas y sociales.
Por esta razón, me comprometo a buscar, como ya lo he dicho, las vías desde el ámbito legislativo para empujar junto con mis compañeras y compañeros, junto con todas ustedes y con todas las mujeres de México, la atención a los temas urgentes.
Esto requiere discusiones profundas entre todos y todas por lo que apelaré también a su confianza para la construcción de acuerdos necesarios, buscando soluciones, siempre promoviendo que caminemos hacia adelante.
No me resta más que nuevamente abrazarlas, quererlas y desearles que disfrutemos hoy, que también es motivo de alegría porque precisamente e incluso a contracorriente: seguimos avanzando.
Un reconocimiento a todas las mujeres que han luchado durante años, a las organizadoras que han impulsado que hoy nuestros derechos se vean fortalecidos, caminemos así: de la mano y juntas.
Muchas gracias.